Fue encontrada culpable de atropellar y matar a su pareja, Genaro Fortunato, pero no irá a la cárcel.
La Justicia condenó hoy a Julieta Silva a tres años y nueve meses de prisión por el «homicidio culposo agravado» de su novio, el jugador de rugby Genaro Fortunato. El hecho ocurrió el 9 de setiembre de 2017 en las afueras del local «Mona Bar» en la ciudad mendocina de San Rafael.
Los jueces Rodolfo Luque, Julio Bittar y María Eugenia Laigle, en fallo unánime, encontraron a la joven, madre de dos hijos pequeños, culpable de matar al rugbier al atropellarlo con su automóvil cuando se retiraban del local nocturno.
Sin embargo, le dieron una condena leve en relación a las pedidas por la Fiscalía y por la familia de la víctima, que iban de 14 a 20 años de prisión.
Para los jueces, la acusada, de 30 años, atropelló al joven pero lo hizo sin intención de asesinarlo.
El tribunal dispuso además que Silva continúe detenida bajo la modalidad de prisión domiciliaria y le impuso una inhabilitación de ocho años para conducir.